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0011 SEGUNDAS OPORTUNIDADES. 09/01/21

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Creo en las segundas oportunidades. Esas que tanto cuesta dar. Esas que tanto duele no recibir. Los seres humanos somos las máquinas más perfectamente imperfectas jamás creadas. Crecemos del error, aprendemos del error…. Vivimos del error. ¿Te has parado a pensar por qué se crearon las gomas de borrar? ¿O el tipp-ex? ¿Por qué los teclados tienen tecla de delete o de suprimir? ¿Por qué el mando tiene botón de atrás? Todos nos equivocamos. Yo lo hago tan a menudo que he aprendido a levantarme de la cama sabiendo que lo haré, y aunque suene tópico, si meto la pata mil veces solo tengo que pedir perdón mil una. Y sé que perdonar errores es ser injusto con los aciertos, pero no hay mayor error que dejar que el orgullo controle tu vida, porque al final no tendrás vida, sino orgullo. Creo en las segundas oportunidades. Sí, es evidente que si un papel se arruga jamás vuelve a ser lo que era, pero ¿quién dijo que un papel arrugado tiene que ser feo? ¿Quien dijo que no puede reciclarse

0010 PALABRAS APTAS PARA TODOS LOS SENTIDOS. 08/01/21

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  El amor al igual que el sexo sinónimo de atreverse. Es saber que estás mostrándote tal como eres a una persona con la esperanza de que ella haga lo mismo. Entregarse. Saltar al vacío esperando que tras la bajada un mar de agua cristalina te espere para amortiguar tu golpe. En esta caída se encontraba ella, que frente a frente a aquel chico que tanto la gustaba. No supo hacer otra cosa que tragar saliva y caer, caer, caer. Se sentía vulnerable, hasta que él decidió hablar. - “Cierra los ojos” dijo. “Dime qué oyes” Ella simplemente se quedó callada, no sabía qué responder ni qué pretendía él. - “Exacto, nada”. Agarró las manos de ella y las llevo hacia su propio pecho - “Tu corazón se acelera. Tu respiración también...” Con un firme y sereno movimiento acercó su boca hasta el cuello de la chica. “Tu piel desprende calor…” Ella se sentía como una marioneta, era la paciente de un hipnotizador que no podía hacer nada más que escuchar su voz. Pero algo en su voz la parecía

0009 OXÍMORON. 07/01/21

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Los seres humanos somos incoherentes por naturaleza. Por más que intentemos la vida nos acaba transformando en aquel pez que nada a contra corriente. Somos un OXÍMORON hecho carne. Yo el primero. No seré quien NIEGUE LA INNEGABLE. Yo también HE AMADO A QUIEN ME IGNORA y HE IGNORADO A QUIEN ME AMA. HE REÍDO HASTA LLORAR y HE ENCONTRADO PLACER EN EL DOLOR. Me acerco a la treintena y todos mis recuerdos se nutren de esa CALMA TENSA de no estar seguro si has encontrado tu sitio. Ese FRIO ABRASADOR. Ni la cuenta llevo de cuantas veces me han dicho TE QUIERO SIN SENTIRLO, ni puedo estar seguro de cuantas veces LO HAN SENTIDO SIN DECIRLO… Esos te quieros que no dices, GRITOS EN SILENCIO y PALABRAS MUDAS. SUSURROS ATRONADORES que ni tu boca tiene que esbozar, ya que todos conocemos alguien a quien nos HEMOS COMIDO CON LA MIRADA. Yo también he sido feliz y he querido hacer ETERNO CADA INSTANTE. Yo también he discutido y he ACORDADO QUE SIEMPRE ESTAREMOS EN DESACUERDO. HE VISTO QUE

0008 ESPERAR LO INESPERADO. 06/01/21

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¿Por qué los seres humanos somos los únicos que esperamos lo inesperado? ¿Por qué tropezamos dos veces con la misma piedra y aun así podemos convencernos de que una tercera no nos hará daño? ¿Cómo conseguimos ignorar a la razón y la lógica a nuestra conveniencia? Supongo que esto es a lo que la biblia se refiere con el libre albedrío. Basta con una promesa. Una sola promesa es capaz de amordazar a tu mente. Dejamos que el tiempo hable como si estuviéramos convencidos de que no lo ha hecho ya. Como si creyéramos que cambiará de opinión una y otra vez hasta que nos guste lo que ha dicho. Yo también he estado meses en silencio esperando que pasara algo, que en lo más profundo de mí sabía que no iba a ocurrir. Sabiendo que ese algo ni siquiera era importante fuera de las cuatro paredes de mi dormitorio. “Cuando el 27 llegue…”. Ese 27 de película que por muy enredada que esté la trama sabemos que quince minutos antes de que termine llegará. Esa escena final que ante la lente de una

0007 LLUVIA. 05/01/21

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No es su nombre, pero creo que la llamaré Lluvia Creo que la llamaré Lluvia, porque suena más poético Lluvia porque es una buena forma de definirla Porque cada verano que no ha estado yo me he acordado de ella. Porque es imposible no quedarse embobado mirándola, porque como la propia lluvia estoy seguro que consigo trae perfecto aroma a césped. Porque durante mucho tiempo Lluvia estaba lejos, y no voy a decir que me moría de sed, pero la esperaba como agua de mayo. Porque echaba de menos su humor, su ironía cuando Lluvia era ácida. Porque recuerdo conversaciones en las que me relajaba como cuando escuchas la lluvia de fondo. También recuerdo enfados en los que Lluvia con sus rayos me avisaba que o algo cambiaba o acabarían sonando truenos, aunque bueno, en esos momento más que Lluvia ya era chubasco. Qué digo chubasco…borrasca, vendaval. Creo que con Lluvia es la única persona cuyos insultos y piques varios me suenan a lluvia de halagos. Porque cuando llega uno de sus mensa

0006 ELLA. 04/01/21

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  Ella camina. Ni pretende ser el centro de atención ni pasar sin pena ni gloria. Lucha por sentirse especial en un mundo diseñado para que se sienta una más. ¿Tiene días malos? Mil, y sí, incluso cuando no tiene la regla, porque esa idea absurda de pensar que si una mujer tiene un día malo será culpa de la menstruación es motivo más que de sobra para sacarla de quicio. Ella es una mujer que aun viviendo dentro de una sociedad, se siente aislada. Aislada de la gente que no entiende las cosas. Los que no entienden que si se pone escote no es para que la miren, sino para mirarse ella en cada espejo que se cruce. Los que no entienden que si busca el amor verdadero no es porque sea monja y su busca algo pasajero no es porque sea una puta. Los que no entienden que con coleta y sin depilar sigue siendo tan femenina como siempre. Los que no entienden que nació libre. Ella camina. Deja atrás a todos esos simplistas que piensan que el destino tiene marcados tu recorrido. Toma el cam

0005 ARCOÍRIS. 03/01/21

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Siempre que el arcoíris salía, ese chico se pasaba mirándolo horas. El tiempo le había convertido en todo un experto en la materia. Se fijaba en aquel color VIOLETA que olía a flores, pero violeta le ponía triste porque le recordaba a la chica que hace unos años no lo supo valorar. En el fondo sabía que por muchas clases que tomara, esa chica de ojos AZULES jamás le concedería un baile, y que como el azul del océano en su interior escondía oscuridad. Seguía mirando el arcoíris para encontrar el mismo azul, pero con algo diferente. Ese azul lo tenía todo mucho más claro, no había límites en él. Era como el azul del mar y del cielo en el horizonte, juntos a nuestros ojos pero siempre separados. Hermosamente sempiternos. El VERDE le recordaba a él mismo. A la juventud. Aquella hoja fresca que vive cada día de primavera como si nunca fuera a haber un otoño, como si el verde del que hacía gala fuera lo único que debiera preocuparle. Un niño que sueña con que jamás se hará grande